Ingredientes:
Aceite de oliva virgen extra, ¼ de taza
1 diente de ajo majado
1 cebolla fileteada
1 hoja de laurel
Sal.
Chipirones o calamares pequeños,cordaditos o enteros, según se guste.
4 cucharadas de vino blanco, un Albariño.
1 poco de perejil picado.
Olvídarse de los sabores estropajosos de esos chipirones congelados que vienen del Ártico, o de sabe Dios donde, porque estos son una auténtica explosión de sabores marinos, ahora bien, prepárarse también a aflojar la cartera porque en el mercado estan por las nubes.
Elaboración: En una sartén se echa el aceite y lo ponemos a fuego no demasiado fuerte. Echamos el ajo majado, es decir,sobre una tabla de cocina se pone el ajo, un cuchillo grande encima y hago presión con la palma de la mano hasta que cruja. El ajo no debe pelarse.
Se añade la cebolla cortada en tiras finas, la hoja de laurel y rehogamos hasta que la cebolla se poche, unos 15 minutos. Bajamos el fuego para caramelizar la cebolla, soltando los azúcares que posee. Este proceso es más lento y se deberá ir moviendo de vez en cuando.Retiramos de la sartén y reservamos conservando el aceite.
En el mismo aceite freímos los chipirones con un poco de sal a fuego fuerte, pero con pocas cantidades, para no baje la temperatura y se frían, no deben cocerse. Repetimos el proceso hasta haber freído todos, aproximadamente medio minuto por cada lado.
Una vez fritos mezclamos todo en la sartén: la cebolla y los calamares. Echamos el vino blanco y dejamos reducir un poco, medio minuto. Vertemos en un plato y espolvoreamos con perejil picado o cebollino.